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Iproteos, la primera biotec española que lanza una campaña de micromecenazgo por acciones

By 1 de julio de 2014noviembre 16th, 2020No Comments
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En el centro Teresa Tarragó, cofundadora y CEO d'Iproteos, con el equipo de la compañía. Foto: © Parc Científic de Barcelona.
 01.07.2014

Iproteos, la primera biotec española que lanza una campaña de micromecenazgo por acciones

La biotecnológica catalana –ubicada en el Parc Científic de Barcelona (PCB)– ha lanzado una innovadora campaña de financiación basada en el micromecenazgo por acciones (equity crowdfunding) –a través de la plataforma – con el objetivo de recaudar 100.000 euros para completar la etapa preclínica no regulatoria de su compuesto IPR019. Se trata de uno de los 20 fármacos que están en fase de desarrollo en todo el mundo para frenar la progresión y revertir los déficits cognitivos de la esquizofrenia. Iproteos es una spin-off creada en 2011 por dos científicos catalanes líderes en el campo de los péptidos terapéuticos, Teresa Tarragó y Ernest Giralt, en base a la transferencia de una tecnología generada en el  Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y la Universitat de Barcelona (UB), con la participación estratégica de la Fundación Bosch i Gimpera (FBG).

 

El micromecenazgo por acciones es una nueva vía de captación de fondos económicos donde pequeños inversores obtienen, a cambio de sus aportaciones de capital, una participación en la empresa en vez de otras contraprestaciones o recompensas como sucede en el micromecenazgo tradicional.

«Queremos ser pioneros en España en establecer una nueva estrategia de financiación para jóvenes compañías, que ya funciona en Europa con mucho de éxito. En Francia y Reino Unido es un movimiento bastante extendido en el sector biotecnológico. Incluso compañías que están recaudando decenas de millones de dólares mediante otras fuentes de capital, realizan rondas parciales de crowdfunding para ganar visibilidad, volumen de clientes o validación de negocio. En nuestro caso, el pequeño inversor puede aportar desde 300 euros y obtener a cambio una participación en la empresa. Estos fondos nos permitirán atraer futuras inversiones para avanzar hacia los ensayos preclínics regulatorios y clínicos con pacientes y licenciar el fármaco en 2016», afirma Teresa Tarragó, CEO y fundadora de Iproteos.
 

Frenar la progresión y revertir los déficits cognitivos de la esquizofrenia

La esquizofrenia es una forma grave de enfermedad mental que afecta alrededor del 7 por mil de la población mundial (unos 24 millones de personas), que comienza a desarrollarse habitualmente desde los 15 a 35 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los actuales fármacos antipsicóticos tratan los síntomas positivos (delirios, alucinaciones, etc.) y negativos (dificultad en el habla, emociones impropias, etc.) de la esquizofrenia, pero no existe ninguno especialmente diseñado para combatir y revertir los síntomas cognitivos de la enfermedad.

El IPR019 de Iproteos es el proyecto más avanzado de la spin-off. Consiste en el desarrollo de un potenciador cognitivo de última generación que ya ha demostrado su eficacia, con resultados muy positivos, en modelos animales de la enfermedad: se ha conseguido una mejora de las capacidades del aprendizaje y memoria afectadas por la esquizofrenia, lo cual no sucede con la administración de los tratamientos actuales.

Además, su mecanismo de acción es completamente diferente lo que le convierte en un ‘first in class‘. Se trata de un fármaco de los llamados ‘de tercera generación’, que están en la interfaz entre los fármacos tradicionales y los de segunda generación (fármacos proteicos). Está basado en unas moléculas llamadas péptidos que bloquean la acción de las proteasas y son capaces de atravesar la barrera hematoencefálica, un sistema protector del cerebro que hasta ahora la gran mayoría de fármacos del mercado no han conseguido atravesar.

«Los péptidos son un tipo de fármacos altamente específicos y selectivos y, a la vez, presentan muy baja toxicidad. Si se comparan con los fármacos proteicos son bastante más económicos de producir, puesto que se pueden obtener por síntesis química y, además, otra ventaja importante es que los péptidos pueden llegar al cerebro y ser administrados por vía oral o subcutánea, con lo cual son mucho más versátiles que los fármacos proteicos», explica Ernest Giralt, cofundador y presidente del Comité Científico Asesor.

Para su desarrollo, Tarragó y Giralt combinan su amplia experiencia investigadora en péptidos y proteasas con técnicas de diseño in silico y las tecnologías más innovadoras en síntesis de péptidos, como la tecnología propia , una combinación de herramientas informáticas y biotecnológicas desarrolladas por el propio equipo de investigación de Iproteos para la modelización informática de procesos biológicos.

Iproteos ha contado con el apoyo de ACCIÓ, la agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat de Cataluña– y del Ministerio de Economía y Competitividad y del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).