La empresa Bionure, dedicada a la investigación de nuevos fármacos para el tratamiento de la esclerosis múltiple (EM) y otras enfermedades neurodegenerativas, se ha instalado recientemente en la Bioincubadora del Parc Científic Barcelona, desde donde tiene previsto impulsar su actividad de I+D. La biotec es una spin off del Hospital Clínic de Barcelona – IDIBAPS (Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer) y del CSIC fundada hace poco más de un año –en octubre 2009– por el investigador Pablo Villoslada, neurólogo y director del Laboratorio de Neuroimmunologia del IDIBAPS-Hospital Clínic –que actualmente ocupa el cargo de director científico de la empresa–, y Albert Zamora, responsable de desarrollo de negocio de la Fundación Clínic para la Investigación Biomédica, que ha asumido el cargo de director general.

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El objetivo de Bionure es identificar proyectos de investigación procedentes del entorno académico (universidades, hospitales, centros de investigación, etc.) que se encuentren en fases iniciales, cubran necesidades médicas no satisfechas y presenten un elevado potencial comercial para valorizarlos, con el fin de completar las fases pre-clínica y clínicas iniciales para licenciarlos posteriormente a otras empresas que quieran finalizar su desarrollo para explotarlos.

En la actualidad, la empresa tiene la patente de varias moléculas que podrían ser útiles como fármacos neuroprotectores contra el ataque del sistema inmunitario que sufren los enfermos de EM y de otras enfermedades neurodegenerativas, como el alzheimer o el parkinson. Los tratamientos que existen para estas patologías son fármacos immunomoduladores que actúan reduciendo la frecuencia de los brotes y retrasan su progresión, pero sólo son efectivos parcialmente y presentan muchos efectos secundarios. De momento, Bionure ha obtenido la prueba de concepto in vitro e in vivo del tratamiento de una de estas moléculas en modelos de EM, glaucoma y parkinson, y está completando los estudios para obtenerla en alzheimer, esclerosis lateral amiotrófica (que es la patología más grave de las motoneuronas), degeneración macular senil y retinitis pigmentosa.

A principios de año la empresa cerró su primera ronda de financiación por un importe de 1,5M€ (entre fondos públicos y privados), una operación en la que participaron Digna Biotec, Galenicum y Prous Institut for Biomedical Research, además de otros inversores, a título personal, propietarios de los laboratorios Uriach, Reig Jofré y Pharmaphenix, entre otros. La compañía, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Ciencia, ha abierto hace poco una oficina en Silicon Valley (EEUU), con el objetivo de fortalecer relaciones con colaboradores actuales, captar talento e inversores extranjeros.