El 23 y 24 de septiembre se celebró en Padua (Italia) la reunión de lanzamiento del proyecto europeo Translink, que tiene como objetivo determinar los factores que gobiernan el deterioro y fallo por respuesta autoinmune de las prótesis valvulares biológicas y desarrollar tratamientos para evitarlo. La start-up Mind the Byte, con sede en el Parc Científic de Barcelona, es uno de los 4 partners españoles del consorcio, que está integrado por 6 organismos públicos de investigación, 4 hospitales y 3 pymes. Los resultados de sus trabajos tendrán un impacto importante sobre la población, puesto que los trastornos asociados a las válvulas cardíacas constituyen la tercera causa de las enfermedades cardiovasculares y la sustitución de estas prótesis es la segunda intervención quirúrgica más frecuente en cirugía cardíaca.

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Translink tendrá una duración de cuatro años y un presupuesto de 7,8 M€ –cofinanciado por la Unión Europea, dentro del 7º Programa Marc– y se desarrollará a través de un consorcio internacional formado por 13 miembros de 6 países europeos –liderados por el Azienda Ospedaliera di Padova (Italia)– con recursos y capacidades complementarias que combinan la investigación aplicada en el ámbito clínico con la química médica, la inteligencia artificial, la experimentación celular y la biotecnología.

Los socios españoles del consorcio son: el Instituto Catalán de la Salud, el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), InKemia IUCT Group (a través de la filial IUCT, S.A.) y Mind the Byte. Al proyecto también participan el Instituto National de la Santé et de la Recherche Médicale (Francia); el Centro Hospitalier Universitaire de Nantes (Francia); la University College London (Reino Unido); la Universidad de Tel Aviv (Israel); la Universidad de Göteborg (Suecia); The Regents of the University of California (EE.UU.) y la biotecnológica italiana Avantea.

Cada año 300.000 pacientes se benefician de una prótesis valvular cardíaca de origen animal, que presenta ventajas respeto las mecánicas, como por ejemplo la ausencia de dependencia anticoagulante. Sin embargo, este tipo de prótesis tienen el inconveniente que su vida mediana es más corta (con un riesgo de fallo más alto en pacientes jóvenes) motivo por el cual sólo se aconsejan en personas de más de 65 años.

Los miembros del consorcio Translink definirán los marcadores responsables del deterioro de las bioprótesis cardíacas y avanzarán en el conocimiento de la respuesta inmune adversa. Además, pretenden desarrollar soluciones terapéuticas, tanto desde el punto de vista de la prevención (diseño de prótesis que no contengan antígenos responsables de la respuesta inmune), como del tratamiento (desarrollo de bioabsorbentes de los anticuerpos relacionados con el daño de las prótesis).

Los partners españoles tienen un papel importante en las investigaciones clínicas y en el desarrollo de modelos experimentales para el conocimiento de las causas que gobiernan el daño de estas válvulas, como también en el descubrimiento de nuevos tratamientos para evitarlo.

Como compañía especializada en soluciones informáticas aplicadas a la investigación biotecnológica y biomédica, la aportación de la start-up Mind the Byte al proyecto consistirá en el descubrimiento y diseño computacional (in silico) de nuevos compuestos contra los anticuerpos relacionados con el daño de las prótesis y los dirigidos contra el ácido hialurónico y el antiácido N-glicolilneuroamínico.

«Translink es un proyecto de alto nivel científico que nos permitirá continuar apostando por la inversión en I+D y promoviendo activamente nuestra línea de negocio en un ecosistema estratégico, donde confluyen diferentes áreas de conocimiento del mundo universitario, de investigación y empresarial. Este consorcio es un claro ejemplo de la necesidad de colaboración multidisciplinaria», declara Alfons Nonell-Canals, fundador y director general de Mind the Byte.