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Pere Roca-Cusachs (Foto: IBEC).
 19.09.2023

Un estudio liderado por el IBEC revela un mecanismo clave para frenar el avance de los tumores de mama

Un estudio liderado por Pere Roca-Cusachs, investigador principal del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), con sede en el Parque Científico de Barcelona, revela que la laminina -una proteína presente en los tejidos mamarios sanos- evita los efectos del endurecimiento, protegiendo las células contra el crecimiento tumoral. Los resultados del trabajo, publicado hoy en la revista Nature Materiales, forma parte del proyecto europeo Mechano·Control, con una financiación de más de 7 M€ dentro del marco de los proyectos  FET -Future and Emerging Technologies.

Las células son capaces de transformar cambios mecánicos en respuestas biológicas. Este proceso se conoce cómo mecanotransducción y tiene un papel fundamental en la evolución de los tumores sólidos, como el cáncer de mama.

Se sabe que un cambio mecánico habitual en procesos de cáncer es el endurecimiento de los tejidos. Esta rigidez es precisamente lo que se detecta al hacer una autoexploración o palpación mamaria, para detectar posibles tumores. La rigidez del tejido mamario provoca una reacción en cadena, generando tensión en el interior de las células y deformando su núcleo. En última instancia, la deformación del núcleo activa genes que controlan la proliferación celular y están relacionados con el crecimiento tumoral.

Los resultados del trabajo liderado por Pere Roca-Cusachs -investigador principal del IBEC y profesor agregado Serra-Hunter de la Universidad de Barcelona (UB)-  indican que la laminina, una proteína que da consistencia y soporte a los tejidos mamarios, dificulta el proceso de mecanotransducción en las células, protegiendo al núcleo de ser deformado.

“Nuestros resultados muestran que la presencia de laminina evita los efectos de la rigidez. Es decir, que protege a las células contra el crecimiento tumoral. Demostramos este mecanismo in vitro, pero creemos que también podría funcionar in vivo ya que existe una concordancia con lo observado en muestras de pacientes de cáncer de mama”, explica Zanetta Kechagia, investigadora postdoctoral del IBEC y primera autora del estudio.

“A partir de este mecanismo, que hemos demostrado que previene la invasión de células tumorales, se podrían diseñar herramientas diagnósticas más sensibles o nuevas terapias potenciales contra el cáncer de mama. Para ello, será necesario seguir investigando”, añade Roca-Cusachs.

Este trabajo forma parte del proyecto europeo Mechano·Control, con una financiación de más 7 millones de euros dentro del marco de los proyectos europeos FET (Tecnologías Futuras y Emergentes). El trabajo incluye contribuciones importantes de otras instituciones involucradas en el consorcio, como la de Pablo Sáez y Marino Arroyo (Universitat Politècnica de Catalunya), y las de Thijs Koorman y Patrick Derksen (University Medical Center Utrecht, Países Bajos).

“Estos resultados son la culminación de más de 6 años de trabajo, en los que hemos contado con el apoyo de la Comisión Europea y un equipo de instituciones internacionales, con el IBEC a la cabeza, para entender cómo las fuerzas mecánicas afectan al cáncer de mama”, afirma Daniel Caudepón, gestor de proyectos del IBEC y encargado de Mechano-Control.

» Artículo de referencia: Zanetta Kechagia, Pablo Sáez, Manuel Gómez-González, Brenda Canales, Srivatsava Viswanadha, Martín Zamarbide, Ion Andreu, Thijs Koorman, Amy E. M. Beedle, Alberto Elosegui-Artola, Patrick W. B. Derksen, Xavier Trepat, Marino Arroyo & Pere Roca-Cusachs. «The laminin–keratin link shields the nucleus from mechanical deformation and signalling». Nature Materials (2023). DOI: 10.1038/s41563-023-01657-3.

» Más información: web del IBEC [+]