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 02.02.2022

Investigadores del ISCIII e IDP Pharma validan la eficacia de una nueva molécula para tratar los glioblastomas

Un equipo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en colaboración con investigadores del Hospital 12 de Octubre de Madrid y científicos de la biotecnológica española IDP Pharma, ubicada en el Parque Científico de Barcelona, ha publicado en la revista Neurotherapeutics un artículo que presenta nuevos hallazgos en torno al desarrollo, evolución y el tratamiento de los glioblastomas, los tumores cerebrales más frecuentes y para los que no existen terapias efectivas.

Los autores principales del trabajo son Pilar Gómez-Sánchez, Ricardo Gargini y Berta Segura-Collar, que forman parte del Gliomalab -un equipo interdisciplinario de investigadores de la Unidad de Neurooncología del ISCIII y la Unidad Multidisciplinar de Neurooncología (UMNO) del Hospital 12 de Octubre-, y Laura Nevola, cofundadora y CSO/COO de IDP Pharma.

Los glioblastomas son tumores muy agresivos que se muestran resistentes a los tratamientos desarrollados hasta el momento, por lo que el pronóstico de los pacientes, a los que se trata con cirugía, radioterapia y quimioterapia, es complicado y con una esperanza de vida media entre 15 y 20 meses.

Los resultados de este estudio suponen un paso más hacia la posibilidad de conseguir una nueva opción terapéutica para el glioblastoma. Por un lado, la investigación ha confirmado que los glioblastomas expresan al desarrollarse niveles elevados de una proteína conocida como N-MYC, un factor de transcripción involucrado en el desarrollo del cerebro y cuya desregulación promueve la activación de genes relacionados con la aparición de tumores. Por otro lado, también ha demostrado que es posible modular de manera específica y directa su función con un nuevo fármaco experimental, IDP-410, desarrollado por IDP Pharma.

“Estamos muy satisfechos de los resultados obtenidos en esta colaboración, que demuestran la enorme potencialidad terapéutica de estas nuevas dianas en indicaciones tan severas como el glioblastoma. La posibilidad de modular la función de estas proteínas, normalmente consideradas “undruggable” a través de fármacos específicamente diseñados para ellas, como es IDP-410, ha sido y es el objetivo de IDP Pharma. Este trabajo evidencia que nuestra estrategia abre el camino al futuro desarrollo de opciones terapéuticas para los pacientes”, explica Laura Nevola, cofundadora y CSO/COO de IDP Pharma.

El equipo de investigación ha comprobado que IDP-410 logra reducir el crecimiento de los glioblastomas implantados en el cerebro de los animales, alcanzando la proteína N-MYC en el tejido tumoral y reduciendo su vascularización, es decir, su capacidad para formar vasos sanguíneos que permitan su crecimiento. Los investigadores señalan que la posible relación entre la función de N-MYC y la expresión de genes mesenquimales y angiogénicos es una de las claves en el proceso. Se espera lograr nuevos datos que permitan en un futuro probar su efectividad en ensayos clínicos.

“Dada la elevada agresividad de este tipo de tumores, el desarrollo de fármacos como IDP-410, que permite frenar tanto el crecimiento de las células tumorales como la formación de nuevos vasos sanguíneos tumorales que nutren al tumor, abre una vía de esperanza para poder ofrecer terapias efectivas a los pacientes con glioblastoma”, explica Pilar Sánchez-Gómez, investigadora líder de la Unidad de Neurooncología del ISCIII.

Los resultados del trabajo ofrecen nuevos datos para el desarrollo de tratamientos dirigidos a la proteína N-MYC, y sugieren que el fármaco experimental IDP-410 podría convertirse en la primera terapia específica para N-MYC y con posible aplicación al tratamiento del glioblastoma. El estudio confirma también que, para tratar este tipo de tumores, hay que influir en la proliferación y supervivencia de las células tumorales, pero también en las interacciones que estas células tienen con el microambiente celular en el que se desarrolla el cáncer.

Un proyecto de colaboración público-privada

Los avances conseguidos en este estudio han sido posible gracias a la creación de sinergias entre la experiencia en investigación de tumores cerebrales de un equipo de científicos del Gliomalab, y la tecnología y know-how de IDP Pharma en el descubrimiento y diseño de  ármacos.

La biotecnológica IDP Pharma -fundada en 2015 por el Dr. Santiago Esteban y la Dra. Laura Nevola, centra su actividad en el desarrollo de nuevas terapias para el tratamiento del cáncer. Su estrategia diferencial se basa en el desarrollo de fármacos first-in-class dirigidos a una nueva clase de diana terapéutica: las proteínas IDP (del inglés Intrinsically Disordered Proteins). El desarrollo de fármacos frente a nuevas dianas terapéuticas permite introducir nuevos tratamientos en el mercado, hecho de particular relevancia en enfermedades para las cuales no existen opciones terapéuticas.

Gliomalab está formado por un equipo interdisciplinario de investigadores, liderado por la Dra. Pilar Gómez-Sánchez, el Dr. Ricardo Gargini y el Dr. Juan Sepúlveda, que busca descifrar el comportamiento de uno de los tipos de cáncer más agresivos, los gliomas. Para ello se han unido la Unidad de Neurooncología (Instituto de Salud Carlos III, ISCIII) y la Unidad Multidisciplinar de Neurooncología (UMNO, Hospital 12 de Octubre), lo que les permite trabajar en algunos de los aspectos básicos de la biología del glioma, realizar estudios preclínicos, así como llevar a cabo una investigación más orientada al paciente.

» Referencia del artículo: Gargini, R., Segura-Collar, B., Garranzo-Asensio, M. et al. “IDP-410: a Novel Therapeutic Peptide that Alters N-MYC Stability and Reduces Angiogenesis and Tumor Progression in Glioblastomas”. Neurotherapeutics (2022). https://doi.org/10.1007/s13311-021-01176-6.

» Fotografía: Imagen de microscopía de fluorescencia de células de glioblastoma creciendo en forma de agregados, que son las utilizadas para los ensayos de toxicidad del fármaco IDP-410. Dichas células fueron derivadas de muestras de pacientes. En verde se puede ver la expresión de la proteína Nestina; en rojo, la proteína Sox2; y en azul,el marcaje de los núcleos celulares (Imagen: Gliomalab)