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Laboratorio de Eugin en el Parc Científic de Barcelona (Foto: Eugin).
 06.07.2020

Eugin presenta en ESHRE 2020 avances pioneros en fertilidad y reproducción humana

El análisis del entorno en el que se desarrollan los embriones que se llegan a implantar en el útero revela un menor número de células senescentes (envejecidas) que aquellos que no lo consiguieron. Así se desprende de un estudio liderado por investigadores del laboratorio de investigación básica del Grupo Eugin en el Parc Científic de Barcelona (PCB), presentado ayer en el congreso ESHRE 2020. Eugin también dio a conocer otro trabajo –realizado con el Centro de Regulación Genómica (CRG) y la colaboración del Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG)– que revela que la calidad de los óvulos puede radicar en las redes que crean sus genes.

 

Investigadores del Grupo Eugin –junto con el profesor Jan Brosens, experto de la Universidad de Warwick, y la doctoranda Alexandra Almansa, participante del programa de Doctorados Industriales de la Generalitat– han llevado a cabo una investigación pionera en su campo que analiza el proceso de la implantación embrionaria, poco explorado hasta el momento por la complejidad que supone su observación.

No obstante, en este estudio – presentado esta semana en la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE 2020)– se ha conseguido analizar en profundidad cómo se relacionan los tres actores principales en el proceso de implantación de un embrión: el endometrio, elementos del embrión y las células responsables de regular la cantidad de células sanas y envejecidas, y de eliminar estas últimas, las denominadas Uterine Natural Killers (uNKs).

Las conclusiones indican que la forma en que se relaciona un embrión de baja calidad con el resto de elementos que intervienen en el proceso de implantación es diferente a la manera en que lo hace uno que sí lo logra. En esos casos, uno de los actores principales, las uNKs, no llegan a realizar su función y el embrión no prospera.

Así, el estudio subraya que profundizar en la actividad biológica de las uNKs en respuesta al estímulo de los embriones es determinante para entender la implantación humana y continuar avanzando en la solución a los problemas de infertilidad.

La directora científica del Grupo Eugin, Rita Vassena, ha señalado que “esta investigación nos acerca un paso más a entender los mecanismos de la implantación del embrión en el útero materno, un aspecto que desafortunadamente no sabemos todavía optimizar en los tratamientos de reproducción asistida”. Además, ha indicado que “el compromiso del grupo Eugin es aportar a sus pacientes, y a la sociedad en general, una investigación ética y rigurosa capaz de mejorar los tratamientos en reproducción asistida y de dar respuesta a las necesidades y retos que se plantean en la actualidad con respecto a la fertilidad”.

La clave de la calidad de los óvulos se asocia las redes que crean sus genes

El Grupo Eugin también presentó en ESHRE 2020 otro estudio, realizado con un equipo del Centro de Regulación Genómico (CRG), que plantea que la calidad de los óvulos de una mujer podría estar influida por las redes que crean sus genes. El estudio se ha llevado a cabo con aplicaciones informáticas y técnicas bioinformáticas de última generación, gracias a la colaboración del Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG), con sede en el PCB e integrado en el CRG.

Las conclusiones sugieren que la calidad de los ovocitos recae sobre la funcionalidad de los genes que se expresan en ellos, y cómo y cuánto se relacionan entre ellos. Así, aunque no se han identificado genes candidatos concretos que se identifiquen como responsables de una mejor o peor calidad ovocitaria, sí que se aprecian redes funcionales que pueden verse alteradas por el estado de maduración en que se encuentran los óvulos y, en cierta medida, también por la edad de la mujer.

Durante el estudio, se ha examinado la calidad de los óvulos en mujeres menores y mayores de 35 años a partir de su material genético. Para ello, se han empleado aplicaciones informáticas y técnicas bioinformáticas de última generación pioneras en este tipo de investigaciones.

En este sentido, gracias a la colaboración del Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG), se ha analizado óvulo a óvulo el material genético, tanto de genes por separado como de grupos de ellos. Para ello, se ha utilizado la denominada RNA-Seq, una técnica de vanguardia que ha permitido leer las moléculas de los genes expresados en cada óvulo y hacer las comparaciones según los grupos de edad establecidos.

La directora científica de Eugin, Rita Vassena, ha destacado que “esta investigación es clave para descifrar los motivos por los que la calidad de los óvulos es menor cuanto mayor es la edad de una mujer, un tema de gran relevancia debido a que, cada vez más, las pacientes que llegan a nuestras clínicas son más mayores y tienen peor pronóstico”.

En este sentido, ha subrayado que “la colaboración de la comunidad científica es fundamental y se demuestra en proyectos como este, en el que el binomio investigación-tecnología ofrece resultados integrales y nos permite atender las necesidades reales de nuestras pacientes, que es el objetivo primordial”.