Responsabilidad alimentaria frente a la grave sequía
Las nuevas restricciones de agua que acaban de entrar en vigor volverán a notarse especialmente en el sector primario. En la agricultura se impone una reducción del consumo del 80% y en la ganadería del 50%. En el campo, las temperaturas inusualmente altas, la falta de lluvia y las restricciones de agua que ya se aplican desde hace meses, han disminuido las cosechas y se están perdiendo árboles. Los ganaderos por su parte, hablan de complicada supervivencia de los animales y lógicamente, la subsistencia del sector está en riesgo.
Ante situación de emergencia que se encuentran los productores del primer nivel de la cadena alimentaria los consumidores debemos doblar los esfuerzos para ser cuidadosos con la comida que consumimos y el uso que hacemos. Ahora, más que nunca, la compra de alimentos debe ser en la cantidad justa, sin excedentes ni derroches. Es necesario pensar en las economías locales y de proximidad para fortalecer el sector primario del entorno y garantizar una soberanía alimentaria. En situación de crisis, ya sea energética, hídrica, sanitaria o cualquier otra, la autonomía de alimentos ayuda a sobrevivir.
Hay que proteger a nuestros campesinos y ganaderos. La frase Producto de la tierra es mucho más que un eslogan publicitario, es necesario que sea nuestra base de alimento diario.