Ayer, 20 de marzo a las 4 de la madrugada, empezó la primavera astronómica. El equinoccio de primavera es el momento en que los rayos solares llegan directamente al ecuador de la Tierra e inciden con un ángulo de 90 grados en su superficie. Cuando esto ocurre, la duración del día y la noche son muy similares.

En los últimos años, en nuestro país la diferencia de estaciones está desdibujada. Los inviernos fríos y secos propios del clima de la cuenca mediterránea son cada vez más suaves. Sin embargo, la vida en el Campus ya está cambiando y, pese a la falta de agua, árboles y animales están activos.

El Parque Científico de Barcelona está en un entorno privilegiado de la ciudad rico en parques y jardines llenos de biodiversidad. Le invitamos a pasear y disfrutar de los colores que rodean los edificios. Si prestamos atención veremos las frenéticas carboneras (Parus mayor, Cyanistas caeruleus, Lophophanes cristatus), las abubillas (Upupa epops) que han llegado y que, junto con jilgueros (Carduelis carduelis) y cueretas (Motacilla alba), se preparan para iniciar la nueva puesta y continuar con el ciclo vital.

Aprovechamos esta pequeña isla verde urbana para realizar breves descansos y recordamos que nuestro contacto regular con la naturaleza tiene efectos positivos sobre la salud física y el bienestar mental y emocional.

¡Viva la primavera!