La sostenibilidad y la innovación científica comparten un objetivo común: generar soluciones que transformen y mejoren nuestro presente y nuestro futuro. Glòria Pladellorens tiene un papel fundamental en ello, integrando la sostenibilidad en toda la actividad que desarrolla el Parque, asegurando una gestión responsable de los recursos, impulsando la eficiencia energética y promoviendo el bienestar de la comunidad que trabaja allí.

El Parque sigue la hoja de ruta marcada por el Plan de Sostenibilidad 2022-2025. ¿Cuáles son los principales retos que afronta en el camino hacia la sostenibilidad?

El primer Plan de Sostenibilidad finalizará en 2025, habiéndose logrado dos hitos importantes: por un lado, la concienciación real de las personas que trabajan en el Parque, de manera que trasladan a su actividad los criterios de ahorro de recursos y de responsabilidad social y, por otro lado, como segundo punto destacado, la institución ha identificado los puntos fuertes de su ámbito de actividad sobre los cuales puede avanzar para reducir la huella ambiental y aportar beneficios a la sociedad. A partir de 2026, habremos aprobado un segundo Plan de Sostenibilidad, y se trabajará para medir y comunicar mejor los resultados de las distintas acciones. También queremos aprovechar la fuerza de la comunidad para que el sector de la salud avance en sostenibilidad.

¿Cuáles han sido los avances más significativos en sostenibilidad en los últimos años y qué iniciativas han tenido un mayor impacto dentro de la comunidad científica y empresarial?

La meta más destacada que se ha alcanzado, especialmente compleja en nuestros edificios, es la reducción de los consumos. Llevamos tres años consecutivos de reducción del consumo de energía eléctrica, de agua y de gas. La población del Parque aumenta cada año y, en cambio, hemos conseguido mejorar en eficiencia para reducir el consumo de las instalaciones. Además, hemos conseguido instaurar una cultura de respeto ambiental y ahorro de recursos, ya plenamente interiorizada por todo el mundo. Conceptos como economía circular, compras responsables o reutilización están plenamente implantados en la manera de hacer del Parque y de su comunidad. Como ejemplo destacado, dentro de las iniciativas de economía circular, hemos puesto en marcha el retorno al circuito de transporte de materiales refrigerados de los bloques de frío, evitando su destrucción innecesaria. Otra iniciativa en este campo, ahora que el Parque ya tiene más de veinticinco años y los activos se estropean o envejecen, ha sido conseguir tener una red sólida para hacer donaciones de materiales en buen estado y evitar su destrucción.

Has visto nacer el concepto de sostenibilidad y cómo las instituciones han ido dando pequeños pasos adelante en esta materia. ¿Qué destacarías de este recorrido, desde tus comienzos en el área de calidad hasta ahora?

Hay dos factores clave que ayudan a seguir avanzando. El primero es que la capacidad de atracción sobre los proveedores empieza a hacer efecto: a la hora de comprar o contratar, las condiciones que el Parque puede requerir obligan a los proveedores a actuar también con responsabilidad ambiental y social. El otro aspecto es que los investigadores que quieren optar a un proyecto competitivo, como un proyecto europeo, deben cumplir unos indicadores de sostenibilidad para obtener los fondos y, por tanto, deben contar con este sello. Ya sea por interés o por convencimiento en la causa, parece que los instrumentos se están empezando a alinear.

Desde hace muchos años, haces una sección en el boletín T’interessa sobre sostenibilidad, muy seguida por la comunidad del Parque. ¿Cómo valoras este trabajo?

Siempre me gusta decir que “la lluvia fina hace buena sazón”, porque es la que realmente moja la tierra y da vida. Creo que un artículo semanal es como esa lluvia fina y que el boletín del PCB sirve para recordar y mantenerte involucrado, en el buen sentido. Llevo siete años escribiendo en el T’interessa, con casi 300 artículos publicados sobre sostenibilidad. Quiero creer que todo el mundo se ha sentido interpelado al menos una vez. Siempre intento comentar alguna reflexión y situación cotidiana de nuestro entorno cercano y de nuestros hábitos.