Un equipo del IBMB- CSIC confirma que el mecanismo de migración celular que favorece la metástasis es natural
Una de las incógnitas en la investigación sobre el cáncer es qué hace que unas células tumorales sean metastásicas y otras no, por qué unas células tumorales consiguen migrar a otras partes del organismo y otras no. Una investigación internacional dirigida por Enrique Martín Blanco, investigador del CSIC en el Instituto de Biología Molecular de Barcelona (IBMB-CSIC), ubicado en el Parc Científic Barcelona, revela que las células se valen de un mecanismo natural para ello, unas proteínas que en condiciones normales activan la migración de las células en procesos habituales como el crecimiento o la cicatrización. El trabajo, publicado en el último número de de la revista Current Biology (DOI: 10.1016/j.cub.2010.01.063) del grupo Cell, está firmado también por investigadores de la Universidad de Coimbra (Portugal), del Biozentrum de la Universidad de Basilea (Suiza), y de la Universidad de Friburgo (Alemania).
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Tal como explican los autores, la capacidad de migrar de las células metastásicas no es un mecanismo propio de las células tumorales – y por tanto, algo que podría pensarse que está alterado- sino una capacidad natural de las células que, desafortunadamente, acaba beneficiando a la metástasis.
Hasta ahora se sabía que la metástasis de células tumorales podía ser inducida por proteínas como las BMPs (del inglés ‘bone morphogenetic proteins’) o la TGFβ (del inglés ‘transforming growth factor-β’). Estas proteínas, identificadas en células tumorales de vertebrados, activan la migración de las células y favorecen la metástasis. Y si bien tienen esa capacidad de indicar a las células que deben moverse y migrar, no les indican a dónde. En cambio, si estas proteínas no se activan en las células tumorales, no hay movilidad ni invasión. No obstante, el papel de estas proteínas en el control de la capacidad migratoria de células normales no es evidente. Ahora, el trabajo de este equipo internacional ha identificado el mecanismo natural en células sanas de Drosophila melanogaster, la mosca de la fruta.
Los investigadores han visto que la proteína Dpp (‘Decapentaplegic’), homóloga de las proteínas BMP y TGFβ, actúa como señalizadora de la movilidad celular. «Las células sobre las que Dpp actúa tienen capacidad migratoria e invasiva», aclara Martin Blanco. «Si, en las células, bloqueamos la recepción de Dpp, éstas se detienen. En cambio, si la superactivamos, las células tienen mayor capacidad migratoria e invasiva».
El modelo que han usado los autores para este trabajo es el de la formación del epitelio abdominal de la mosca de la fruta, durante la metamorfosis. En este proceso, los histoblastos (células embrionarias) que formarán el abdomen de la mosca sustituyen a las células epidérmicas de la larva. Los histoblastos se encuentran al principio en pequeños nidos celulares y van multiplicándose, extendiéndose e invadiendo el espacio para sustituir a las células epiteliales de la larva. Esta es el ejemplo mas claro en que se ha visto cómo esta familia génica de proteínas (la Dpp, BMP y TGFβ) tiene un papel en el control de la motilidad y la invasividad celular en condiciones normales. Ahora, añade Martín Blanco, «podemos estudiar este mecanismo con células sanas, no tumorales, y esperamos descubrir más detalles sobre qué condiciones pueden inhibirlo o cuales acelerarlo». No sólo se espera comprender mejor este mecanismo natural sino también hallar posibles estrategias para inhibir la metástasis.