Poco a poco, los laboratorios irán poniendo en marcha su actividad habitual. Algunas recomendaciones generales para contribuir al ahorro de recursos y generar la mínima cantidad de residuos posible:

– COMPRAS: aprovisionar los materiales estrictamente necesarios para evitar caducidades; comprar de forma agrupada para reducir los desplazamientos de los transportistas y el número de embalajes; seleccionar materiales y productos con eco etiquetas, como garantía de productos más respetuosos.

– NATURALEZA DE LOS MATERIALES: especialmente en los materiales fungibles o materiales de oficina, seleccionar monoproductos para facilitar su posterior reciclaje; elegir envases y formatos grandes o rellenables para reducir el número de envases vacíos. Recuerde que los materiales como el cartón y el vidrio son más fáciles de reciclar que el plástico.

– RESIDUOS: reducir al máximo los residuos intentando reaprovechar recipientes y materiales.

– ENERGÍA: mantener en marcha los equipos de clima, equipos electrónicos, ordenadores, entre otros, estrictamente necesarios. Trabajar con las guillotinas de las vitrinas bajadas y las puertas de los espacios cerradas para evitar dispersiones térmicas.

– AGUA: seleccionar la calidad de agua adecuada a cada uso y optimizar los lavados de materiales de vidrio.

Además de los consejos de ahorro y eficiencia para la vida de laboratorio, podemos reflexionar sobre otros aspectos de la vida cotidiana como son los desplazamientos, las comidas, la ropa de vestir, el ocio, etc. ¡Las actitudes sostenibles afectan a todos los ámbitos de la vida!