Investigadores del IRB Barcelona y del IDIBAPS crean virus que atacan de forma selectiva a las células tumorales
Científicos del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) en el Parc Científic de Barcelona y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) y lideran un estudio en el que han diseñado una nueva estrategia para conseguir que virus modificados genéticamente ataquen de forma selectiva a las células tumorales sin que las sanas se vean afectadas. La tecnología está protegida mediante patente y preparada para ser licenciada.
El artículo, que publica hoy la revista Nature Communications (doi:10.1038/NCOMMS14833), es fruto del trabajo de tesis doctoral de Eneko Villanueva y lo han co-liderado Cristina Fillat, jefe del grupo terapia Génica y Cáncer del IDIBAPS, y Raúl Méndez, investigador ICREA del IRB Barcelona.
El tratamiento convencional del cáncer puede provocar efectos secundarios no deseados como consecuencia de una poca selectividad. Para evitarlos es importante que los nuevos tratamientos sean capaces de eliminar de forma eficiente las células cancerígenas y preservar las células sanas. Una de las nuevas terapias en cáncer se basa en el desarrollo de virus oncolíticos, es decir, virus modificados para que sólo infecten a las células tumorales. En los últimos años se han creado virus mediante ingeniería genética para maximizar su efecto anticancerígeno, pero a medida que la potencia del virus aumenta, también lo hace la toxicidad asociada. Limitar este efecto sobre las células sanas es ahora la clave para la aplicación de este tipo de terapias.
Un abordaje innovador y específico
En el artículo publicado en la revista Nature Communications, los investigadores del IDIBAPS y el IRB Barcelona han desarrollado un abordaje innovador para dotar a un adenovirus de una alta especificidad contra las células tumorales. «Hemos aprovechado la diferente expresión de un tipo de proteínas, las CPEBs, en tejidos normales y tumorales», explica Raúl Méndez del IRB Barcelona.
Las CPBE son una familia de cuatro proteínas de unión a ARN (las moléculas que llevan la información de los genes para sintetizar proteínas) que controlan la expresión de cientos de genes y mantienen la funcionalidad y capacidad de reparación de los tejidos en condiciones normales. Cuando las CPEBs se desbalancean, cambian la expresión de estos genes en las células y contribuyen al desarrollo de procesos patológicos como el cáncer. «Nos hemos centrado en el doble desbalanceo de dos de estas proteínas en tejidos sanos y en tumores: por un lado tenemos CPEB4, que en estudios anteriores demostramos que tiene una expresión elevada en células cancerígenas y que es necesaria para el crecimiento del tumor, y, por el otro, CPEB1, muy expresada en tejido normal y que se pierde en el tumoral. Hemos aprovechado este desbalanceo para hacer un virus que solo ataca a las células con niveles altos de CPEB4 y bajos de CPEB1, con lo que solo afecta a las células tumorales, ignorando las sanas», señala Méndez.
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