El Parc Científic de Barcelona cumple 20 años como polo de innovación científica y empresarial
El Parc Científic de Barcelona (PCB) celebró ayer el primero de los eventos programados para conmemorar sus 20 años de vida como espacio de encuentro entre universidad, empresa y sociedad. Constituido por la Universidad de Barcelona (UB) el 26 de septiembre de 1997 –con la misión de promover fórmulas para potenciar la investigación de excelencia, la transferencia de conocimiento y el emprendimiento– fue el primer parque científico del Estado español. Hoy el PCB es uno de los ecosistemas referentes en Europa en innovación científica, tecnológica y empresarial en ciencias de la vida y concentra, en sus 100.000 m2, una amplia oferta de infraestructuras científicas y tecnológicas y una comunidad innovadora integrada por más de 100 entidades públicas y privadas y 2.700 profesionales.
La necesidad de dotarse de un ecosistema que facilitase el flujo de conocimiento entre el entorno académico, la comunidad científico-tecnológica y el sistema productivo para mejorar la calidad de vida de la población llevó a la Universidad de Barcelona a constituir en 1997 el Parc Científic de Barcelona (PCB), el primer parque científico del Estado español.
A lo largo de estas dos décadas el parque ha ampliado su superficie hasta llegar a los 100.000 m2, ha apoyado al proyecto emprendedor de más de 300 empresas y en su bagaje también destaca el haber creado la primera bioincubadora del Estado español, en una primera etapa con el apoyo del Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial (CIDEM) de la Generalitat de Cataluña y, posteriormente, del Banco Santander.
Ayer el Parc Científic de Barcelona dio el pistoletazo de salida a las actividades programadas para conmemorar estos 20 años de vida con la celebración de una gran fiesta de aniversario – inaugurada por el rector de la Universidad de Barcelona, Joan Elias, y la directora general del PCB, Maria Terrades– dirigida a los más de 2.700 profesionales que conforman la comunidad del parque.
“Veinte años después de su nacimiento, el Parc Científic representa un orgullo para nuestra institución. En sus instalaciones trabajan algunos de los mejores investigadores de nuestro país. Por lo tanto, no sólo es una pieza clave en el futuro de la Universidad de Barcelona, sino también del ecosistema de investigación catalán y estatal”, afirma Joan Elias, rector de la UB.
Para Maria Terrades: “El parque se ha convertido en una referencia de infraestructura científica de investigación pública y privada de referencia a escala europea y es un reto diario y un honor asumir su dirección. Llegar a estas dos décadas ha requerido evolucionar el proyecto constantemente, y queremos celebrar los hitos logrados con todas las personas e instituciones que los han hecho posible con el acto festivo de este jueves y un acto institucional que estamos preparando para las próximas semanas”.
El evento se celebró gracias a la esponsorización de Enantia, Esteve, el Grupo Ordesa, el Instituto de Biología Molecular de Barcelona (IBMB-CSIC) y Qiagen; al apoyo de Bellavista, los Centros Científicos y Tecnológicos de la Universidad de Barcelona (CCITUB), el Instituto Empresarial de Biotecnología (IEB), Ferrer, Iproteos y ProteoDesign, y a la colaboración de Estrella Damm, Ferrovial Servicios y Suez.
100.000 m2 de investigación de excelencia, emprendimiento e innovación
Ubicado en el Campus Diagonal Sur y con una superficie total de 100.000 m2, el Parc Científic de Barcelona es un ecosistema dinámico donde convive actualmente una comunidad innovadora integrada por más de 100 entidades públicas y privadas y 2.700 profesionales (de los cuales un 54% son mujeres) que desarrollan su actividad principalmente en áreas emergentes de las ciencias de la vida.
En sus espacios tienen su sede cuatro grandes centro públicos de investigación: el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) y el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB Barcelona) –acreditados como Centros de Excelencia Severo Ochoa–, el Instituto de Biología Molecular de Barcelona (IBMB-CSIC) –con una Unidad de Excelencia María de Maeztu: la Unidad de Biología Estructural– y el Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG-CRG), que forma parte del Mapa de Infraestructuras Científico y Técnicas Singulares (ICTS) del Estado español.
En el parque desarrollan su actividad 75 empresas instaladas y asociadas (desde departamentos de I+D+i de grandes compañías, a spinoffs y startups); 11 entidades sin ánimo de lucro, y 12 grupos y centros de la Universidad de Barcelona (UB), entre ellos la Fundación Bosch i Gimpera, la oficina de transferencia de conocimiento, tecnología e innovación de la UB.
Otro valor diferencial del Parc Científic de Barcelona es el amplio abanico de Servicios Científicos y Tecnológicos para facilitar la I+D+i –– tanto para las entidades instaladas, como para empresas y grupos de investigación externos, nacionales e internacionales– que incluyen la oferta de las Plataformas Tecnológicas, la de los Centros Científicos y Tecnológicos de la UB (CCiTUB), y la de la Unidad ICCUB-Tech del Instituto de Ciencias del Cosmos (ICCUB).
Estos servicios se complementan con un programa de dinamización de la Comunidad PCB que busca multiplicar la interacción entre sus miembros y con el ecosistema de innovación.
El Parc Científic Barcelona tiene también entre sus líneas estratégicas la organización de actividades de divulgación científica para acercar la investigación a los ciudadanos, favorecer el diálogo entre el público y los investigadores, y fomentar vocaciones entre los jóvenes. Actualmente, en el marco de su programa Investigación en Sociedad, organiza más de 100 actividades anuales presenciales en que participan cerca de 5.000 personas.
El primer parque científico del Estado español
El origen de los parques científicos y tecnológicos está íntimamente ligado a la idea de universidad emprendedora. Nacidos en la década de los 50 en Silicon Valley– donde en 1951 vio la luz el Stanford Research Park de la Universidad de Stanford–, el modelo se trasladó a Europa a finales de los años sesenta, concretamente a Reino Unido y Francia.
En Estado español la Universidad de Barcelona (UB) fue la pionera cuando en 1994 su Junta de Gobierno aprobó la reserva de espacios para la futura creación del primer parque científico de nuestro país con el objetivo de dotarse de un instrumento que facilitara la transferencia de sus capacidades científico-técnicas hacia la empresa y la sociedad en general.
El proyecto se desarrolló a partir de la creación el 26 de septiembre de 1997 de la Fundación Parc Científic de Barcelona, constituida inicialmente por la Universidad de Barcelona con el apoyo de la Fundación Bosch i Gimpera y Caixa Cataluña, y a la cual se incorporaron años después, la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el BBVA y el Banco Santander.
La construcción del proyecto arquitectónico – que se inició en 1998 y se llevó a cabo en varias fases hasta 2012– contó con el apoyo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el Ministerio de Economía y Competitividad y el Plan E.
El modelo PCB como estructura clave del sistema de innovación –donde confluyen centros de investigación universitarios, institucionales y empresariales en único espacio equipado con una potente oferta tecnológica– sirvió de referencia a la mayoría de los parques científicos creados en España posteriormente.
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