DROPLITE, una spin-off del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) se ha incorporado a la comunidad del Parc Científic de Barcelona para acelerar su proyecto emprendedor. La compañía ha desarrollado un dispositivo de diagnóstico médico que permite detectar y monitorear distintos agentes patológicos en humanos y animales en el punto de atención al paciente (Point of Care, POC).

DROPLITE nació en diciembre de 2018 en el seno del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), como fruto de un proyecto de colaboración entre el grupo Plasmon Nano-Optics, que dirige el profesor ICREA Romain Quidant, y la empresa de ingeniería óptica COSINGO, fundada por Rafael Porcar.

Tras un proceso de 4 años de investigación y desarrollo –liderado por el científico y emprendedor André Guedes en el seno de la incubadora KTT Launchpad de ICFO– la spin-off diseñó un dispositivo lab-on-a-chip, que permite detectar y monitorear las condiciones de salud, tanto en humanos como en animales. La detección se hace de manera muy precisa y en tiempo real (menos de 15 minutos), utilizando una sola gota de muestra (sangre, saliva, orina, etc.), para el diagnóstico médico y toma de decisiones en el punto de atención al paciente (Point of Care, POC).

La plataforma miniaturizada e inteligente de DROPLITE es una combinación de técnicas avanzadas de química personalizada, nanoingeniería, un sistema de detección óptica y microfluídica avanzada (patentados), electrónica y procesamiento de señal. Esta tecnología permite integrar todas las etapas que habitualmente se realizan en un laboratorio de análisis clínicos en un único dispositivo portátil, inteligente y automatizado, que se encuentra conectado a la nube, lo que garantiza la trazabilidad y el acceso a los resultados en cualquier momento y lugar.

“Nuestra innovación hace compatible con el entorno microfluídico métodos de detección ópticos que no lo eran hasta ahora. Gracias a ello, nos beneficiamos de la sensibilidad y precisión, antes propia de los laboratorios, pero ahora en un dispositivo móvil e inteligente que se puede usar in situ, junto al médico, directamente en una clínica o hospital”, explica el CTO de DROPLITE, Rafael Porcar.

El equipo de DROPLITE ya ha desarrollado el prototipo funcional del dispositivo POC y actualmente está trabajando en la verificación técnica y clínica de la tecnología, con el objetivo de comenzar en 2020 las tareas de diseño industrial y manufacturing para una futura producción a gran escala.

En una primera etapa, la estrategia de negocio de la compañía apunta tanto al mercado de la medicina veterinaria –en particular a la detección rápida de enfermedades infecciosas en animales de compañía– como al de la salud humana, especialmente en el campo de las alergias y reproducción asistida (monitoreo hormonal).

“Creemos que el campo del diagnóstico rápido e inteligente será the next big thing! Hemos desarrollado un dispositivo robusto, conectado y versátil que nos permitirá cumplir con los exigentes requisitos del sector de salud y sorprender al mercado y a la comunidad médica con un producto de alta calidad. Para conseguir esta meta, encontramos en el Parc Científic de Barcelona un colaborador perfecto que nos proporciona el espacio y el ecosistema ideales para el desarrollo de un producto en biotecnología. Es sin duda un punto de referencia para startups y centros de investigación del sector”, afirma André Guedes, CEO de DROPLITE.