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Equipo de la startup (Foto: Pharmacelera).
 01.12.2022

La startup ‘deep tech’ Pharmacelera crece en Europa y desembarca en Estados Unidos

La startup Pharmacelera, con sede en el Parque Científico de Barcelona, ha elegido Estados Unidos como pilar estratégico para multiplicar por cinco su volumen de negocio en los próximos tres años. La ‘deep tech’ ha diseñado una plataforma computacional única, que permite la identificación de moléculas candidatas no exploradas por las tecnologías existentes, para mejorar la productividad de la I+D farmacéutica en las primeras etapas del drug discovery. Ahora, la compañía avanza hacia una ampliación de capital de 1M€, complementada con una campaña de equity crowfunding en Capital Cell.

Pharmacelera abrirá una sede en los Estados Unidos a principios de 2023, con la ayuda de un inversor de Silicon Valley, como área estratégica para multiplicar por 5, en los próximos tres años, su volumen de negocio que este 2022 ya incrementó en un 70% respecto al año anterior.

La compañía ha tenido una presencia muy activa en el mercado norteamericano durante los dos últimos años, presentando su tecnología en varios foros, y ya tiene historias de éxito con biotecnológicas de la Costa Este de Estados Unidos.

“Aún la complicada situación debida a la pandemia, en estos dos últimos años hemos aumentado la facturación en Europa y cerrado acuerdos con dos de las mayores farmacéuticas mundiales. El interés por las nuevas tecnologías es creciente, dado que la industria quiere ir más allá de recolectar la fruta madura (low hanging fruit). Ahora, nuestra prioridad es afianzar nuestra presencia en Estados Unidos, lo que nos permitiría quintuplicar nuestras ventas en los próximos tres años”, explica Enric Gibert, cofundador y CEO de Pharmacelera. «El mercado biotecnológico y farmacéutico norteamericano representa el 40% del global y es mucho más dinámico que el europeo. Los hubs de Boston y del área de Massachusetts, en general; de San Diego y San Francisco, en California; de la Costa Este, en Nueva York y Filadelfia; o los menos conocidos de Carolina del Norte, en Raleigh y Durham, incluyendo el Research Triangle Park, son ejemplos de un ecosistema sólido y en crecimiento».

Para acelerar sus planes de expansión, Pharmacelera incorporó en 2021 como asesor estratégico al Dr. Woody Sherman, líder de opinión en el uso de nuevas tecnologías computacionales para el diseño de fármacos y director científico de Silicon Therapeutics, una de las empresas de biotecnología más relevantes del ecosistema de Boston, adquirida por Roivant Sciences por 450 M$ en 2021. Sherman también fue vicepresidente y jefe global de Application Sciences durante 13 años en Schrödinger Inc. (Nueva York), líder del mercado y con una capitalización actual de unos 4.500 M$.

«La incorporación de Sherman al Advisory Board es clave en nuestra estrategia de crecimiento para 2022-2025. Dado su conocimiento de la tecnología y el mercado, su rol será el de asesorarnos en el desarrollo de nuevas características de PharmScreen®, nuestro producto estrella, y ayudarnos en el posicionamiento de marca en Estados Unidos. Tenemos diversos estudios comparativos de nuestra tecnología y la de Schrödinger, que muestran la superioridad de nuestros algoritmos. Ahora hemos de ejecutar una buena estrategia de go-to-market», apunta Enric Herrero, cofundador y CTO de la compañía.

En 2022, la compañía también ha incorporado a Rémy Hoffmann como director de Desarrollo de Negocio y Ventas. Hoffmann tiene 25 años de experiencia en compañías de software como Accelrys (actualmente DS Biovia, del grupo Dassault Systèmes), y en compañías de servicios científicos como Thomson Reuters, Sai Life Science y Jubilant Biosys. «Rémy es una persona con amplia experiencia en la venta de software científico. Su incorporación a principios de 2022 ha sido uno de los factores clave para incrementar nuestras ventas en un 70% respecto al año pasado», comenta Enric Gibert.

Ampliación de capital de 1 M€

Actualmente, Pharmacelera está preparando una ampliación de capital de 1M€, liderada por un importante inversor del Silicon Valley en Estados Unidos, complementada con una campaña de equity crowfunding a través de Capital Cell (https://capitalcell.es/en/campaign/pharmacelera-2022/).

Se trata de la segunda ronda de financiación que lleva a cabo la compañía, después de haber cerrado con éxito, en 2021, una primera campaña de equity crowfunding de 1M€, a través de la misma plataforma de inversión, superando su objetivo inicial 800.000 euros.

“Nos movemos en un mundo global, pero nuestras áreas geográficas prioritarias son Europa y Estados Unidos. De hecho, el 95% de nuestros clientes están fuera del Estado español. La ronda actual nos ayudará a acelerar nuestra estrategia de desarrollo de negocio internacional, con especial foco en el mercado americano”, apunta Gibert.

Hasta la fecha Pharmacelera ha levantado 3,7M€, entre fondos públicos y privados, y ha contado con el apoyo de ACCIÓ, del CDTI, de Enisa y del European Innovation Council (EIC), así como con la confianza de directivos de la industria farmacéutica, inversores de IESE y ESADE, e entidades especialistas en la financiación de la tecnología y biotecnología como DCN-Desarrollo Creativo de Negocio, y la fundación Barcelona Mobile World Capital. En 2020 la compañía fue galardonada con una subvención EIC Accelerator de 1 millón de euros a fondo perdido por parte de la Comisión Europea para mejorar su plataforma computacional PharmScreen®.

Tecnología de vanguardia para el diseño de fármacos asistido por ordenador

Pharmacelera está especializada en el desarrollo y aplicación de algoritmos muy precisos de Mecánica Cuántica (QM) y Machine Learning (ML), y en el uso del High-Performance Computing (HPC) para el descubrimiento de fármacos. Ha desarrollado y patentado una plataforma computacional única PharmScreen®, que permite minar un espacio químico no explorado y identificar moléculas candidatas con mayores probabilidades de éxito, que son obviadas por las metodologías existentes.

Oscar Rey (CMO), Enric Gibert (CEO) y Enric Herrero (CTO) de Pharmacelera (Foto: Parque Científico de Barcelona).

La startup fue fundada en 2015 por Enric Herrero, doctor por la Universidad Politécnica de Cataluña y especialista en el uso de la computación de altas prestaciones e inteligencia artificial en Intel, y Enric Gibert, PDD por IESE Business School y gestor y líder técnico de equipos internacionales en la misma compañía. «Al inicio de nuestro proyecto, se nos conocía como los Enric’s», recuerda con humor Gibert.

Muy pronto incorporaron al proyecto emprendedor perfiles senior con una larga trayectoria en la academia e I+D farmacéutica, como Javier Luque y Oscar Rey. Actualmente, el equipo ha crecido hasta integrar 15 profesionales multidisciplinarios y cuenta con el apoyo de un consejo asesor integrado por reconocidos expertos, como Manel López (ex Almirall), Albert Zamora, Joan Bigorra y Mariana Vaschetto.

«Los estudios comparativos con las metodologías tradicionales usadas por los líderes de mercado y los numerosos casos aplicados con biotecnológicas y grandes farmacéuticas demuestran que nuestra plataforma PharmScreen® encuentra moléculas que son tres veces mejores, con mayor diversidad química y con mayores probabilidades de convertirse en un medicamento. Además, es una tecnología transversal, aplicable al desarrollo de medicamentos de distintas áreas terapéuticas, como Parkinson, Alzheimer, cáncer, etc.», comenta Javier Luque, cofundador y director científico de la startup.

Pharmacelera vende licencias de uso de PharmScreen® tanto a compañías biotecnológicas departamentos de I+D de la industria farmacéutica y CROs (Contract Research Organizations), como a grupos de investigación de universidades y centros públicos.

Pero, también, se ha implicado de manera altruista en la lucha contra el coronavirus SARS-CoV-2. En 2020 concedió licencias de uso gratuitas a todos aquellos investigadores que trabajan en el mundo académico, instituciones públicas y organizaciones sin fines de lucro, y que están creando nuevas estrategias de moléculas pequeñas para desarrollar medicamentos que detengan la replicación del virus.

El reto de mejorar la productividad de la I+D farmacéutica

El mercado del diseño de fármacos asistido por ordenador crece a un ritmo del 19% anual. Sin ir más lejos, la inversión en el uso de inteligencia artificial en el sector farmacéutico aumentó un 30% en 2020 respecto a 2019, alcanzando los 1.900 M&, una cifra que supera la inversión acumulada durante 2015, 2016 y 2017, según datos del informe “AI for Drug Discovery, Biomarker Development and Advanced R&D Landscape Overview 2020”.

«Los proyectos de descubrimiento de fármacos son lentos, duran entre 10 y 15 años, y cuestan miles de millones de euros. La tasa de aciertos es muy baja, y el retorno de la inversión es cada vez menor. Nosotros apostamos por un modelo más ligero, el Lean Drug Discovery. La idea es dedicar más recursos y de forma más inteligente a las etapas iniciales -donde se modela la biología y la química por computación- que son ágiles, flexibles y rápidas, para alimentar con moléculas más robustas y con mayor probabilidad de éxito las fases posteriores, más caras e inflexibles, que se basan en modelos animales y ensayos en humanos», revela Gibert.

«Nuestros modelos computacionales basados en algoritmos precisos de mecánica cuántica e inteligencia artificial permiten realizar un diseño más racional de las moléculas candidatas en las etapas iniciales, ya que podemos llevar a cabo mejores ciclos de predecir+probar+aprender. Realizamos búsquedas más guiadas, lo que permite a nuestros clientes ejecutar ensayos en células más acotados y dirigidos, aprender de los resultados de estos ensayos y refinar las búsquedas y mejoras posteriores de las moléculas», añade Herrero.

«Está claro que la inteligencia artificial va a suponer un antes y un después en el diseño de fármacos, similar a lo que supuso la introducción del uso de los ordenadores en este campo. Pero es importante distinguir entre aquellas propuestas que tienen solidez científica y estudios rigurosos, de aquellas que no. Deberíamos evitar lo que ha pasado en diversas ocasiones, cuando algunas grandes empresas han tenido que cancelar proyectos estrella porque se ha invertido más en marketing que en ciencia. Y al final, estamos en un sector muy orientado a resultado», asegura Gibert.

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